Para entender la respuesta hay que remontarse a unos 31.700 años atrás, porque nuestros perros no son nada mas que descendientes de los lobos salvajes, es decir que los perros que vemos ahora son una subespecie doméstica de los lobos. Estos necesitaban cazar su alimento para alimentarse, por lo que se desarrolló en ellos un instinto de caza.
Ese instinto pasó de generación en generación hasta los animales que domesticamos hoy en día. Al no necesitar dar caza para conseguir comida, los animales domésticos aplacaron su instinto de caza, pero eso no quiere decir que haya desaparecido.
Pues el instinto de caza no es nada más que la atracción del perro por los objetos que se mueven donde actúan la vista, el olfato, y el instinto de presa. Es decir, perseguir algo en movimiento. Cuando nuestros perros ven una rueda de auto, bicicleta, o hasta una persona caminando o corriendo, ese instinto aparece en forma de diversión o distracción (el animal no busca morder, atacar o alimentarse) y corre o persigue a una presa sustituta, es decir cualquier objeto en movimiento que llame su atención.
